Es importante para la rentabilidad de todo horno recalentador, de mantenimiento, o de colada automática, el balance térmico del horno, es decir la potencia requerida de recalentamiento del horno. Así, con los actuales precios de la corriente eléctrica, se producen ya para pérdidas de calor de 10 KW, cada año mayores costos, por valor aprox. De 15.000 DM.
Si ademas se tiene en cuenta que en hornos de canal medianos y grandes, de 30 hasta 100 Tn de capacidad con frecuencia se alcanzan duraciones del revestimiento de 3 a 5 años y a veces más, los mayores costos surgidos de este modo suman 45.000 – 75.000 DM. a lo largo de todo el tiempo de servicio. Por lo tanto vale la pena controlar con especial atención el calculo de pérdida de calor. De todos modos se aconseja precaución. Demasiado aislamiento reduce el gradiente de temperatura a través de la pared del horno. El resultado es de bajas temperaturas de la pared exterior y bajas pérdidas al principio, pero también temperaturas de capas intermedias inadmisiblemente altas, y con el continuo funcionamiento mayores infiltraciones en el revestimiento. Como mínimo suben entonces inevitablemente las temperaturas de las paredes exteriores y con ello naturalmente también las pérdidas. No es raro también que tal montaje termo acabe en rotura y daños importantes en el revestimiento y en la instalación.
En una solución adecuada entre pérdidas tolerables de calor y un seguro dimensionamiento de la pared, la temperatura de la capa intermedia entre el revestimiento de trabajo y el revestimiento posterior no deberían encontrarse ya en la zona liquida del hierro.
La línea del estado líquido debe encontrarse claramente en el revestimiento de trabajo, pero de ninguna manera en el revestimiento posterior; en cambio la temperatura de la capa intermedia también en 1120ºC y la temperatura radiante en el exterior en 180ºC.
Para la elección del tipo de montaje, ademas de la tecnología del producto, para la duración esperada es naturalmente también especialmente importante el tiempo total invertido para el montaje hasta el momento de disposición para la producción. No tanto para instalaciones nuevas, sino para los revestimientos que se hacen nuevamente necesarios, generalmente sólo se dispone de 2 a 3 semanas, en casos aislados 4 semanas durante las vacaciones de la empresa.
La gama de productos refractarios posibles para hornos recalentadores, de mantenimiento, y de colada automática es sin lugar a dudas muy amplia.
