En los últimos años, ha existido una creciente solicitud en la Industria de la Fundición, para desarrollar Hornos de Inducción de Crisol, para aleaciones de Hierro y de Acero, más grandes y más potentes. Las demandas de producción y la necesidad de optimizar los costes eléctricos, han impulsado a muchas Fundiciones y Acerias a invertir en hornos de Fusión por Inducción, no solo más grandes, sino también mas rápidos y flexibles. Estos avances tecnológicos en los Hornos de Inducción, son un reto para las principales Ingenierías y Fabricantes de estos hornos, y suponen, también para los proveedores de productos refractarios, una mayor exigencia, en Investigación y Desarrollo, para proporcionar avances innovadores, y nuevas alternativas, tanto en productos ácidos como neutros, así como para desarrollar Sistemas de Montaje mas eficientes, para estas aplicaciones. Instalaciones más grandes y potentes, obligan a los usuarios igualmente, a un reciclaje y una formación continua. Y todo ello, sujeto a las cada vez más exigentes Normas de Aseguramiento de la Calidad, que de forma específica y global, vienen impuestas para esta actividad.
Podríamos decir por tanto, mirando hacia el futuro, que existen razones, no solo Funcionales y Económicas, sino también de Seguridad e Higiene, que nos obligaran a dar nuevos pasos hacia delante, con relación a los Productos Refractarios para estas Instalaciones.
Cada una de estas razones, requerirá a su vez un análisis, más o menos periódico, sobre los tres factores de influencia más importantes, Producto, Montaje y Proceso. En los tres factores MAR Casting puede sumar a su propia experiencia, toda la de sus Partners.
Nuestra especialidad esta en el montaje de todo tipo de revestimientos refractarios en estas instalaciones, en donde llevamos realizadas mas de 4.000 intervenciones, tanto de carácter Preventivo, como Operativo y de Urgencia.
En este punto, del montaje, debemos hacer una reflexión, sobre algo también muy importante, pero de lo que pocas veces, o de forma soslayada, se habla; las Personas. En algunos casos, el grado de aceptación general para realizar estos trabajos, se mueve en mínimos que debieran ser inaceptables. Y no por las personas en si mismas, que merecen todo el respeto, sino por la falta de formación específica, y necesaria para no transmitir una imagen de falta de especialización, o de inseguridad al usuario. Deberíamos mejorar y:
– Evitar una imagen descuidada, con sensación de falta de profesionalidad y especialización.
– Erradicar la convicción de que lo que se hace esta bien solo porque “se hizo siempre así”.
– Evitar conceptos erróneos, repetidos desde hace años, solo por costumbre, pero sin ninguna base técnica.
– Potenciar el conocimiento de las propiedades más elementales de los productos refractarios que se manejan.
– Formar, y explicar las razones por las que se realizan determinadas tareas.
-Informar al personal, de los errores y/o las fallas en los revestimientos realizados, si se producen,
En este ámbito es de extrema importancia, aquello en lo que estamos obligados a trabajar y ofrecer al Cliente, para esta actividad: Formación Continua, Capacitación Profesional e Imagen Personal; y que esto contribuya, no solo a un mejor hacer de sus tareas, sino también a poner en valor un trabajo muchas veces duro y responsable, que en cambio no disfruta del reconocimiento que merece.